lunes, 11 de diciembre de 2017

"Proyecto Potter" y el prisionero de Azkaban: capítulo X Reunión en Las Tres Escobas

¡Buenaaaas!

Volvemos una semana más con otro capítulo comentado sobre Harry Potter y el prisionero de Azkaban. En este caso, tenemos entre manos uno de los más reveladores hasta la fecha.



Recuperación y primeras clases antes de Navidad

“El equipo de Gryffindor volvió a visitarlo el domingo por la mañana, esta vez con Wood, que aseguró a Harry con voz de ultratumba que no lo culpaba en absoluto.” (Vaya con el señorito Wood, por cierto)

Recordemos que en el capítulo anterior Potter no acaba muy bien después de la caída de veinte metros en pleno partido de quidditch. Obviamente, debe quedarse en la enfermería unos días, lo que le da en qué pensar: dos avistamientos del Grim, el nivel tan alto de susceptibilidad ante los dementores, las palabras de una mujer suplicando…

Lo único que saca en claro es que esa mujer es su madre el día de su muerte, rogándole a lord Voldemort por la vida de su hijo, su vida, la de Harry.  La verdad es que Rowling sabe ponerse seria, ya que el propio ambiente está cargado. Lluvia, gris, frío… todo tiene que ver con el ánimo del niño que sobrevivió.

Aun así, nuestro triste protagonista tiene que ponerse en marcha y recuperar las clases. Primero toca Pociones con un cansino Draco mofándose de él, pues ahora el brazo lo tiene estupendamente… y cómo no, el grasiento Snape ignorando las tonterías de su alumno estrella, Malfoy. Eso sí, en cuanto un Gryffindor hace algo al respecto pierden 50 puntos. De verdad que no trago a este señor.

Por suerte, a segunda hora tienen Defensa Contra las Artes Oscuras y Lupin está de vuelta, ¡aleluya! El pobre tiene cara de no haber dormido durante semanas y anda un poco famélico, pero sigue siendo un buenazo y les promete que hablará con Snape para que no entreguen el trabajo sobre los Hombres lobo. Además, nos enseña una nueva criatura mágica: un hinkypunk, un ser de una sola pata que parece hecha de humo y que atrae a los viajeros a las ciénagas. Aunque la chicha surge en cuanto Harry y Lupin se quedan a solas, pues Potter se decide por preguntarle de una vez cuál es la causa lógica por la que los dementores le afectan de esa manera tan brutal, a diferencia de sus compañeros: “Todo el mundo decía que los dementores eran espantosos, pero nadie se desmayaba al verlos.”

Y como Lupin es, sin duda, uno de los mejores profesores de esta asignatura –vale, el nivel no está muy alto, pero es un señor digno de admiración-, le explica sabiamente que “te afectan más que a los demás porque en tu pasado hay cosas horribles que los demás no tienen.”

Lo que os decía de la chicha no es solo porque nos deja más tranquilos en cuanto a esta duda sobre Harry y los dementores, sino que Rowling aprovecha para explicarnos un poco más del tema y dejarnos bien clarito que estos seres son pura maldad, es decir, quiere hacernos conscientes de que Sirius  es más que un seguidor de Voldemort, en sí mismo es un mago muy pero que muy poderoso. Que tiemblen en Hogwarts…  Por lo menos, Lupin promete a Harry enseñarle un hechizo para defenderse de estas oscuras criaturas. It´s something!

El mapa del merodeador y Hogsmeade

Se pueden contar los días para Navidad con los dedos. Todo se ha vuelto blanco y parece que el ambiente es más liviano. Incluso Hermione y Ron se quedan con Harry durante estas cortas vacaciones. El problema es que se va a hacer otra excursión a Hogsmeade, el pueblo mágico que Potter no ha visitado por falta de una autorización que, como os podréis imaginar, pasan de firmar sus generosos tíos.

Pero, tranquilos, no todo está perdido, siempre podemos contar con los gemelos Wesley y sus almas piadosas, pues le regalan uno de los grandes tesoros de esta saga. ¡El mapa del merodeador! Y os preguntaréis, ¿qué narices es esto? Veréis, un pergamino hecho con mucho amor por cuatro señores de risibles motes “Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta”. Un mapa donde se muestran todos los escondrijos de Hogwarts e, incluso, las localizaciones exactas de cada uno de los profesores y trabajadores del centro, hasta de la Sra. Norris. Pero lo mejor son las palabras que hay que decir para activarlo: “Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.” En fin, un original artículo venerado por los más sabios bromistas y que va a hacer la estancia de Harry más fácil, por lo menos para salir hacia Hogsmeade sin ser visto. Según los gemelos, hay siete salidas: cuatro de ellas vigiladas por Filch y una bloqueada (la puerta era un gran espejo en la cuarta planta, ¿se referirán al espejo de Oesed del primer libro?). Nuestro protagonista lo consigue y se reúne con Ron y Hermione, pero aquí no me voy a enrollar mucho, tan solo mencionar que Hermione dice algo muy importante y que no se nos debe pasar por alto: si tanto los gemelos como Potter pueden salir del colegio sin que nadie lo sepa, ¿qué no podrá hacer un mago como Sirius? Cada día Hogwarts parece un lugar más peligroso…

Pero lo bueno viene ahora, justo al final del capítulo. Nuestros tres amigos se dirigen a Las Tres Escobas para tomarse unas cervezas de mantequilla y entrar en calor, y qué casualidad (otra vez), que a los pocos minutos aparecen McGonagall, Flitwick, Fudge (ministro de magia) y Hagrid, y se sientan a su lado sin percatarse de su presencia –demos gracias a los infinitos conocimientos de Granger y su encantamiento "Mobiliarbo"-.

"Las Tres Escobas"

Tal como pasó hace unas páginas, la conversación de los adultos toma un cariz serio y Rowling nos narra un poquito más de la vida de Sirius, para que lo vayamos moldeando en nuestras mentes. Ahora sabemos que no solo es un poderoso mago oscuro sino que asistió a Hogwarts y era el mejor amigo de James Potter, el padre de Harry. ¡Qué fuerte!

"James Potter y Sirius Black"
¿Qué le pudo pasar por la cabeza para unirse a lord Voldemort y traicionar a su mejor amigo? ¿Cómo es posible que James confiara tan ciegamente en Black como para nombrarle guardián del secreto más importante y no se pispara de nada? Supuestamente Potter era un mago muy inteligente, ¿cómo se le ocurrió, con todo lo que estaba sucediendo, no hacer caso a Dumbledore y que él se encargara del secreto? Así Voldemort no los hubiera encontrado y matado a sangre fría. Por lo tanto, ¿es Sirius el gran culpable de la muerte de sus padres después de Voldemort? Si hasta es el padrino de Harry. Eso sin contar que tenemos otro personaje más que añadir a la ecuación: Pettigrew, el amigo tonto que se enfrentó a Sirius después de enterarse de la traición y que fue asesinado por el propio Black. Ah, y ya sabemos de quién es la moto en la que va montada Hagrid el día que deja a Harry en casa de los Dursley. Mucha información para ser una conversación tan corta. ¡Menudo culebrón nos tiene montado la señora Rowling, eh!


Espero que os haya gustado =)

¡Leed mucho!^^

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